El valor más preciado
dentro de las sociedades del conocimiento es el conocimiento mismo , mas allá
de lo que el aprendizaje puede representar y de
lo que la información puede ofrecer como tal, ninguno de estos dos tiene
sentido o un valor significativo si no lleva consigo la creación construcción o
estructuración del conocimiento.
Y es en las escuelas y con los profesionales de la educación
que este tan valioso elemento se puede
concretar, para lo cual se deberán cambiar paradigmas de la educación que
centraba sus más grandes esfuerzos en la enseñanza, y es hasta tiempos
recientes que se plantea el formar a los alumnos en y para la vida, con
aprendizaje para la vida social y las competencias profesionales dejan de ser
el patrimonio cuasi exclusivo del entorno formativo escolar, y las escuelas se
ven obligadas a transformarse de organizaciones que ensenan a organizaciones
que aprenden.
Esta disyuntiva se plantea también a los profesores: o se
incorporan a las dinámicas de cambio y pasan de ser los que ensenan a ser los
que aprenden en el proceso de enseñar; de ser quienes practican una enseñanza
de forma individual a quienes enseñan y aprenden de forma grupal y colaborativa;
de ser quienes enseñan centrados en contenidos a ser quienes facilitan y
conducen la construcción de aprendizajes situados, significativos y reflexivos,
o vivirán los efectos de su obsolescencia e inadecuación como formadores en la
sociedad del conocimiento, con el consiguiente vacio de significado profesional
social y personal (Minakata, 2000).
Pero que es el conocimiento?
Hechos o información adquiridos por un ser vivo atreves de
la experiencia o la educación la comprensión teórica o practica de un asunto
referente a la realidad.
Un individuo que posee un conocimiento y lo utiliza para
trabajar es por definición de Alejandra
E. Falco un trabajador del conocimiento, que no produce nada que sea útil en si
mismo, no brinda un producto físico, el trabajador del conocimiento necesita de
una organización donde pueda integrar sus conocimientos en un todo mayor.
Algunas de sus características son: Ser dueño de sus medios de producción, se
identifica con su área de especialización, no busca salario sino ofertas para
lograr un desarrollo, no requiere de supervisión.
Para Nonaka y Takeuchi (1995), la generación del conocimiento se realiza en cuatro fases: la de socialización, de compartir
experiencias e ideas personales del conocimiento tácito personal al
conocimiento colectivo; la de externalizarían,
la del paso del conocimiento tácito colectivo al explicito; la de combinación, en la que se efectúa el
intercambio de conocimientos explícitos, documentos compartidos por diferentes
modalidades, principalmente electrónicas y virtuales; y la de interiorización o de aprendizaje, en la que el conocimiento explicito colectivo se
transforma en tácito individual.
En la producción del conocimiento el objetivo es la creación
de “Activos del conocimiento” que no son más que: conocimientos sistematizados,
compilados y codificados para un destinatario o usuario final, sin dejar a un
lado las cuatro categorías del conocimiento:
Saber ¿que?, Saber ¿por qué?, Saber ¿cómo? (know how?),Saber
¿quién?.
Que con los procesos de creación, descubrimiento, captura de
conocimientos, almacenamiento, sistematización, organización, apropiación, uso,
mantenimiento, transferencia y generalización crea un ciclo recursivo al cual
en el ámbito educativo se le considera como innovación educativa.
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